Esta es una historia de emociones en espiral. Sin principio ni fin, pero con entreactos en los que tú, lector, para quien he escrito, podrás sentir el efecto que la duda y la decepción tienen sobre sus protagonistas. Nada es lo que parece, por lo que todo irá cambiando en el fondo y en la forma, a medida que avances en su lectura.
El café, las conversaciones y lo prohibido confluyen en un lugar, El Mandarín, la cafetería elegida por Eugenio para familiarizarse con su nuevo entorno. De la mano de Paula y Leonardo, conductores de la trama de esta novela, podrás conocer la peculiaridad de los negros rubios de Papúa Nueva Guinea en la persona de Quella, la versátil protagonista femenina, o los entresijos de los Llanos del Beni mientras recorres el río Mamoré sobre una barcaza, con Abel de Jesús Pieschacón y Facundo Delgadillo.
Y, si por un momento, en el transcurso de la lectura, llegan a tus oídos sonidos desconocidos, detente y mira si en algún árbol cercano bulle la vida. Entonces, amable lector, todo estará en orden y podrás retomar mi novela.