De tanto en tanto, el sonido del móvil en el bolsillo nos dice que ha llegado un mensaje. Por suerte, no suenan en cada móvil todos los mensajes que recorren la atmósfera terrestre. Estamos
en la época de la comunicación. Si tan bien comunicados estamos, ¿hay soledad en nuestro mundo? Todos hemos bebido agua que brota de lagos subterráneos, pero ¿quién ha llegado al fondo del lago? También el lenguaje es un manantial, que se pierde en las profundidades.
El arte de la comunicación culmina en genios privilegiados, pero en él todos tienen algo de poetas, saben alargar la conversación y encontrar expresiones que dan en el clavo. Siete personas abordan aquí las honduras de la comunicación. Raúl Gabás, arrancando de los diálogos socrático-platónicos, penetra en los grandes surtidores que mantienen vivo el jardín de la comunicación. La mirada poética de Mercè Amat nos permite vislumbrar distintos parajes de nuestro hablar, tan poblado de afectos, ansias y también miedo bajo el poder del engaño, paisajes donde lo más humano se manifiesta al compartir la palabra. Antonio Torres analiza los aspectos comunicativos de la música, que se manifiesta como el subsuelo más potente de la comunidad humana. Y los músicos, Josep María Gironell
(piano), Eduardo Diago (guitarra), Miquel Pujol (violonchelo) y Carles Franco (violín), inspirándose en los poemas del libro, componen una expresiva constelación de voces que nos invitan a una escucha atenta en toda conversación.