Abordar la concepción artística de Nietzche en el conjunto de su pensamiento supone una tarea inédita en el mundo de habla hispana, especialmente referida al arte musical, proporcionándonos una visión más completa sobre su pensamiento y de los vericuetos de su patológica personalidad, aunado con su talante artístico merced a su sensibilidad estética y a su talante poético que posee en mixtura con sus ensueños filosóficos. Es por ello, un reto gratificante el bucear en los entresijos de sus aforismos relacionados con el arte y participar de sus hondos sentimientos y emociones.
En esta obra, abordamos algunos aspectos de su época juvenil, en la que se pone de manifiesto su inclinación artística mediante sus composiciones al piano, gracias, en parte, a la sólida formación clásica que adquirió en sus estudios escolares, o su temprana vocación filosófica que entró en conflicto con su dedicación a la filología, especialmente después de publicar El Origen de la Tragedia, en la que de forma más o menos implícita, ya aparecen sugeridos los temas más capitales de su pensamiento.
Aparecen amplios comentarios para tratar sobre su amistad con Wagner y su posterior y dolorosa ruptura, una ruptura que fue uno de los pretextos para abandonar sus ocupaciones docentes en la Universidad de Basilea, para emprender una existencia trashumante por distintos lugares de Suiza y del litoral mediterráneo, circunstancia que determinó el curso de su existencia y el contenido del resto de las obras que fue escribiendo hasta su definitivo hundimiento.
Dedicamos un capítulo a su libro Así habló Zaratustra, por sus impregnaciones de ritmos sinfónicos y poéticos, en otros capítulos damos relevancia a los símbolos mitológicos de Apolo y Dioniso, la teoría del eterno retorno, de notables implicaciones simbólicas y artísticas, las proclamas sobre la venida del superhombre, y su enardecido afán por revivir las cuestiones vitales de los antiguos y heroicos pobladores griegos, con objeto de volver a afirmar la vida con toda su fuerza y poder, frente a la razón formal y metafísica de la filosofía clásica.
Varias de las cuestiones que plantea Nietzsche respecto a su concepción del arte que comentamos, no dejan de ser actuales. Son manifiestos los debates en relación a si los artistas nacen o se hacen, o si se justifica el que se acomoden para sobrevivir a los gustos del público, o si la inspiración es algo dado de antemano que surge como luz repentina, o más bien procede del esfuerzo persistente. También es actual, el considerar si el sufrimiento de cualquier orden, es necesario para la creatividad artística, etc. Son un conjunto de aspectos que siguen suscitando ilustradas polémicas y alimentando cuestiones de perenne vigencia en el mundo del pensamiento.