Ambientada en una barriada que podría haber sido cualquiera de las desamparadas y situadas en la periferia de la ciudad del Madrid de mediados de los 80 hasta mediados de los 90, El arte y la calle es una historia de ficción aunque inspirada en acontecimientos reales, cuando una generación de muchachos fueron testigos impotentes al deterioro implacable de su entorno. En su esencia, la historia narra en cómo su protagonista y dos de sus amigos llegaron a encontrar en el arte una vía de escape y desahogo, así como una motivación adictiva por querer expresarse a su manera (mediante versos o dibujos) desde un papel en blanco hasta las sombrías calles: «La droga es artificial, será una paz, como dicen, que les ayuda a evadirse de tanta miseria; pero es algo sintético. Lo nuestro es natural. Innato. Pueden tener similitudes, porque lo nuestro también es necesidad. La necesidad de dar color a tanta miseria y oscuridad. Pero sin escapar adulteradamente de la realidad…»