El libro se compone de cuatro capítulos diferenciados escritos por distintos autores, y
representan una metáfora sobre el camino de la vida.
El primer capítulo engloba las reflexiones previas al Camino y podemos vincularlo a la
razón. Porque desde la razón escribe Roberto Luna, desde el conocimiento profundo del
alma humana y su amor al conocimiento. Desgrana en su capítulo aspectos clave sobre
la autenticidad y la importancia no solo de ser uno mismo, sino de encontrar el sentido
último de nuestra existencia.
En el segundo capítulo arranca ese camino, en este caso, sin metáforas, ya que se utiliza
como recurso la experiencia del propio camino de Santiago. Carlos Andreu representa
el corazón. Porque desde el corazón nos relata su propia experiencia la primera vez que
se enfrentó a ese camino y comparte sus aprendizajes con entrega y generosidad. Desde
el respeto al proceso de cada uno y la asunción de que cada camino es distinto y cada
persona lo recorre según sus propios criterios, perfila y traza un recorrido que a buen seguro
puede ayudarnos para no golpearnos con las mismas piedras que el autor encontró
y ser consciente de que encontraremos las nuestras, y podremos esquivarlas.
El tercer capítulo ahonda en las emociones, siempre presentes en nuestro camino.
Fernando Álvarez escribe desde las tripas. Y es que no hay otra manera de narrar una experiencia
emocional tan potente si uno no lo saca desde dentro, desde la verdad última
que a veces está oculta. Escribe con valentía y coraje, dándonos permiso para bucear en
unos estados emocionales que en ocasiones incomodan, permitiéndonos ser observadores
de su propia experiencia y compartiendo con nosotros dichas y desdichas.
Y el último capítulo podemos entenderlo como los consejos que nos vendrán bien
para ese camino. Se escribe desde el amor, siendo este el sentimiento que a Javier Iriondo
lo mueve a creer en la naturaleza humana, en la capacidad de resiliencia y en las
inagotables fuentes de recursos que nos adjudica a las personas. Porque su capítulo es
honesto, y certero, y representa una vuelta a esa autenticidad que Roberto Luna pregonaba
como fin último de nuestra existencia. Encontrarás en él guiños al desarrollo personal,
consejos para ser un poco más feliz y recomendaciones para que el camino de la vida
sea agradable de transitar y esté lleno de riqueza.
Colección TMT “Talento y Management Tendencias”