Consta la obra de dos partes, totalmente diferenciadas:
Cuentos tradicionales: los 24 cuentos que aquí se exponen conforman una pequeña selección de lo que fue la literatura popular, oral y tradicional. Son breves, pero bellas historias que solían contarse ante un auditorio siempre ávido por conocer el final de cada una de las mismas. Son relatos, todos variados, aunque en algunos se repitan secuencias completamente similares. Muchos son universales, otros pertenecen a un ámbito más localista. Siempre son anónimos.
Los Romances de Cordel: breve antología de 18 historias versificadas («El Carbonero» se divide en dos partes), a modo de romance, refiriendo hechos crudos y crueles, unas veces; divertidos y ocurrentes, otras. Las cantaban ciegos, investidos de juglares. Eran, en su mayoría, historias falaces, aunque algunas relatan, a su modo, hechos realmente acaecidos, como es el caso de «EL CARBONERO». Solían ser anónimos.