En El cazador de ruidos, Max Saif nos cuenta la historia de Alejandro Mendieta Trifón, un niño que nació en circunstancias muy difíciles en la acería Nuestra Señora del Carmen de Barakaldo. Huérfano a los pocos meses de venir al mundo, se muestra ante los demás como un chico extraño, encerrado en sí mismo y hostil a cuanto le rodea, sin que nadie consiga adivinar la causa de sus dolencias. Tras una vida miserable y solitaria junto a un chatarrero que tiene su almacén en Madrid, un psicólogo descubre sus portentosas habilidades auditivas. Alejandro estudia, trabaja y destaca entre todos por su tenacidad y su inteligencia, al tiempo que entrena su capacidad auditiva. Sin embargo, su obsesión por la perfección de los sonidos lo llevará a cruzar la línea de lo prohibido con quienes infrinjan el código sagrado de las escalas musicales. Con el paso de los años, las secuelas del parto se harán evidentes y, poco a poco, una hybris imparable dominará su mente, empujándolo a convertirse en un depredador que busca la perfección en el arte de matar.