«Los latidos del corazón están contados. La vida depende de invertirlos con sabiduría».
Una enfermedad cardiaca asola a la humanidad. Desde el momento del nacimiento, todas las personas tienen contadas las pulsaciones de sus maltrechos corazones. En la sociedad, no se practica nada que produzca placer y, mucho menos, dolor. Nada que eleve el ritmo cardiaco de manera sobresaliente durante un tiempo prolongado. La felicidad plena se desestima, pues su disfrute equivale a invertir una gran cantidad de pulsaciones; pulsaciones que deben utilizarse para subsistir.
El mundo opta por encarcelar sus emociones hasta que aparezca una solución. Cardiopic, una empresa de productos farmacéuticos, comercia con una cura para la enfermedad.
El lanzamiento del libro se hará entre marzo y abril