En esta obra la intención del autor es dar a conocer unos hechos que ocurrieron en la ciudad de Valencia en el siglo XVI. Todo comienza en la comarca de Parcent, situada en los límites entre la Marina Alta y la Baja. En una invasión de piratas Berberiscos son raptados unos valencianos que pasaban unos días en una finca cuya propietario era Pedro de Perandreu. Entre los secuestrados hay dos hermanas, una de ellas casada con Juan de Castañar, amigo y arrendador, y con un hijo de corta edad llamado Cristóbal, que son llevados a la ciudad de Argel para pedir rescate.
El hecho tuvo lugar en una época histórica que cambió las condiciones del comercio marítimo en el Mediterráneo. Se realizaron varios viajes para intentar rescatar a la familia secuestrada, financiados por sus dos hermanos Andrés y Pedro Medina, mercaderes que residían en Valencia. Durante uno de los viajes tiene lugar un incidente que va a marcar a ésta familia y a sus descendientes. Un hijo de uno de los protagonistas, José Benito Medina, notario de la ciudad de Valencia, guardó documentos dando fe de los hechos que han pasado durante siglos por las sucesivas generaciones, de las cuales el autor es descendiente. En el libro se describen las relaciones de estos dos personajes con las autoridades de Argel para conseguir llevar a buen fin su misión.
El hecho importante en ésta obra fue el rescate de una imagen de Cristo crucificado que los autores trajeron a esta ciudad de Valencia. Así mismo, se relatan los avatares que ha sufrido esta imagen con el paso de los años.