Cada historia narrada o mito del pasado tiene su perspectiva cultural; en mi caso he seguido el camino de fase de la Biblia, para mí el más fidedigno, donde Dios profetiza la primera profecía de la historia de la humanidad, señalando una promesa inequívoca.
Esa profecía, encierra todo un misterio, donde claves y señales precisas escapan al ojo humano. Dicha profecía sigue todavía vigente. Dios habla a través de sus profetas, y envía al mundo uno de sus hijos (Jesús) para cumplir con una parte de la profecía. Juan el Evangelista es el último de los profetas, y avisa de que ese tiempo ya está próximo.
El Dedo de Dios es un portal abierto al cielo, a las estrellas, donde las preguntas y respuestas se unifican en un criterio veraz, donde lo oculto y las señales son desveladas.
Juan Martín te invita a recorrer esa estela marcada un día por Dios, el Altísimo.