¿Qué es realidad y qué es fantasía? ¿Dónde colocamos esa línea imaginaria que separa los dos mundos? Y al poder de los sueños, ¿quién se atreve a ponerle límite? Acaso nos preguntamos cómo se percibe la realidad en nuestra mente de niño; no es acaso relativa, donde la imaginación juega un papel importante convirtiéndose en una reflexión emocional, que se mueve en un mundo invisible. El niño sueña y vive, expresándose con la inspiración nutrida por la imaginación y recrea una historia; nos encontramos a mediados del siglo XVII. Aunque hace más de 200 años que se iniciara la Edad Moderna, esos pagos, que configuraban la orografía de una pequeña aldea, seguían administrándose como en pleno medievo.
Un mal extraño se ha instalado en ese territorio. El señor feudal intenta descubrirlo y acabar con él. Para ello, promete la mayor de la recompensa que puede ofrecer. Un joven pastor de ovejas se ve involucrado; su vida corre peligro, y para salvarle alguien que le aprecia y quiere como a un hijo transgrede las normas de la ética, utilizando la magia. Pero algo sale mal, y su emisario queda atrapado en su regresión, alterando el comportamiento en un mundo espiritual, hasta nuestros días.