La presente obra explica con claridad el negocio ideológico creado por los Partidos Políticos en todo el mundo, habla de la necesidad de la erradicación de las ideologías, obligación que corresponde a los ciudadanos de supresión de los partidos políticos junto con los sistemas tributarios gestados por ellos
con la única finalidad de perpetuarse en el poder suplantando la soberanía nacional que pertenece al pueblo. Trata de un nuevo tiempo en el que el pueblo soberano se gobierne a sí mismo a través de la “Democracia Directa” en simbiosis perfecta con la “Noocracia” consiguiendo así el Estado Perfecto como solución a los problemas creados por los Partidos Políticos y su comisión por intermediación. Este libro versa sobre cómo los hombres pueden gobernarse a sí mismos sin la intermediación de partidos políticos y recaudadores de impuestos. Explica como los Partidos Políticos han reeditado la Edad Media en el siglo XXI, siendo los políticos la nueva nobleza y los ciudadanos la nueva plebe. Para el autor los partidos políticos no son otra cosa que corporaciones de intereses nacidos para hacerse con el poder de los Estados que dividen al conjunto del pueblo en razón a unas supuestas ideologías a las que se adhieran los ciudadanos con la misma vehemencia irracional que a los colores de un equipo de futbol.
Considera que las verdaderas barreras que impiden el progreso de nuestra civilización son las barreras ideológicas. Por tanto, son los partidos políticos con sus ideologías de fragmentación social el problema y no la solución. Afirma que en la actualidad los partidos políticos no son necesarios en la representación del pueblo soberano. Sostiene el autor que una cosa es el mundo de las ideas, de los grandes inventos
y logros del conocimiento humano que permiten el progreso de la civilización, y otra cosa muy distinta son las ideologías creadas para engañar a los seres humanos y privarles de libertad.