El relato nos sumerge en la Valencia del s. XVIII, época del mayor esplendor de su industria textil, a través de la historia de amor tramada en la urdimbre de un espolín, encontrado en nuestros días.
La Ruta de la Seda, la cría de gusanos, el comercio en la Lonja, el gremio de «velluters», los tejidos, los tintes y las tradiciones y costumbres de la ciudad amurallada y de la Huerta Norte del todavía Reino de Valencia.
La seda como hilo invisible que unió continentes y culturas, y que dibuja en un tejido la vida, la muerte, el honor y el amor de dos sagas familiares que trazan su destino y nos enseñan quiénes somos.