El hombre es el animal más cruel de cuantos habitan la Tierra. Dale poder y la seguridad de no recibir castigo (impunidad) y se ensañará hasta con su propia raza, como el peor de las alimañas.
Esta es la historia de dos personajes que por motivos diferentes se encuentran en el momento culminante del fin de una época histórica: la invasión almogávar al Imperio bizantino y la traición y desaparición de la Orden Templaria. Ello marcó el fin de la esperanza de un cambio social que se hacía necesario y que la Orden del Temple ya había iniciado (la clase media). El ansia de poder de la Iglesia y la desmedida ambición de nobles y monarcas llevó a la sociedad a un cúmulo de desmanes, que aún en la actualidad estamos pagando. ¿Pudo evitarse? Es posible, pero la historia se repite, siempre es el hombre el que traiciona al hombre. Buscando el poder y la inmortalidad, el hombre cree en lo increíble y ejecuta las acciones más viles, crueles e inmorales que concebir pueda una mente sana. Los dos personajes centrales de este libro son miembros de la misma familia, a pesar de no conocerse. Ambos pertenecen a la misma Orden; uno fue ofrecido al Temple a edad temprana, el otro buscó refugio en él al huir de la justicia que lo buscaba por asesinato. A partir de la caída de San Juan de Acre, cada uno sigue caminos diferentes. El primero sigue vinculado a la Orden hasta el final de esta. El otro se une a los almogávares que más tarde arrasarían Bizancio.
En las horas finales de la orden, se encontrarán para unir sus fuerzas y luchar por su supervivencia.
Con este libro no se ha intentado hacer un análisis cronológico de los hechos acontecidos. Tan solo se ha intentado novelar una parte de la historia real, con personajes ficticios y reales de cuanto sucedió. Tan solo con la esperanza de que el honor y la decencia hagan despertar a aquellos seres desprovistos del «yo» para pensar en el «nosotros», me he aventurado a escribir este libro.
No innomine Domini, sino en el nombre de la humanidad.