Esta es la biografía novelada de Juan Rulière, captado en Francia por los servicios secretos españoles del siglo XVIII después de su fuga de las mazmorras de un castillo, para dirigir por mandato de Fernando VI las Reales Fábricas de Seda de Talavera de la Reina, que levantó de la nada con un titánico esfuerzo individual. Dio así trabajo directo o indirecto a más de tres mil personas de la comarca, pero, acusado de corrupción, fue encarcelado, llevando una vida de hombre ilustrado que es toda una peripecia. Esto es lo que constituye el objeto de este relato, en el que además se expone la vida de una ciudad castellana de la época, como fue la cosmopolita Talavera de entonces, a la que llegaron atravesando la frontera de incógnito hasta seiscientos artesanos extranjeros con sus familias. La Real Fábrica de Tejidos de Seda, Oro y Plata de Talavera de la Reina, que acabó siendo la mayor instalación industrial de su tiempo en España, es el escenario en el que se desarrolla esta novela histórica.