Jadeos de mujeres diferentes llegan intermitentes por un pasillo oscuro que acaba en una cama acolchada. Varias parejas y hombres solos disfrutan sin pudor del sexo libre. Ambientes similares son los que frecuenta cada vez más David Larós, un comercial inmobiliario que ha conocido días mejores. Tiene treinta años y una vida personal reducida al individualismo más ajustado. En un Madrid deprimido por la crisis y hastiado por su trabajo, busca la ilusión perdida en orgías de bares de intercambio de parejas. Éste hijo de una familia desestructurada durante los años de La movida madrileña, se siente incapaz de amar.
Motivado por un intenso encuentro sexual con una pareja conocida por Internet y huyendo de lo que él llama la España real, no duda en imbuirse en cada rincón de la viva geografía sexual de la capital: bares liberales, fiestas sadomasoquistas, sesiones al aire libre. Con el desempleo como continua amenaza y bajo el yugo subconsciente de la misoginia paterna, este antihéroe urbano desarrolla una doble vida inmerso en una montaña rusa de experiencias sexuales de alto voltaje que lo arrastrarán hasta las fronteras del crimen.