Kirown era un hombre que, por su gran altura y su gran fuerza, era considerado un gigante al que todos tenían miedo.
Sin embargo, Kirown no quería que nadie le tuviera miedo, estaba solo y quería tener amigos con los que poder hablar y relacionarse. Pero, en vez de eso, en cuanto lo veían aparecer, echaban a correr asustados por su presencia, abandonando todo lo que tenían para refugiarse en sus casas. Era eso lo que tenía triste a Kirown y lo hacía llorar. Él solo quería tener amigos con los que poder hablar y relacionarse, cosa que no conseguía a pesar de su gran corazón y su gran bondad. Para todos, él solo era un gigante al que tenían miedo.