Han pasado cinco años desde que Doménico, nuestro joven protagonista, ingresó en un centro psiquiátrico para expiar sus culpas y cancelar su deuda con la sociedad.
La España con la que amanecerá, nada tiene que ver con aquella que dejó en 1975. Su liberación nos hará plenamente conscientes y partícipes de la inminente justicia, que irremisiblemente llegará a todos los que propiciaron muertes sin sentido, con un despropósito lleno de impiedad y locura.
En esta segunda entrega, el protagonista, no dudará en adentrarse en los ambientes más sórdidos de la época y nos hará vibrar, sufrir y disfrutar con sus andanzas que nos deja expectantes, esperando su destino que hacemos nuestro. Personaje querido y odiado que, gracias a su autor, sigue sin dejarnos indiferentes y que nos lleva de la mano hasta las profundidades de un final inesperado y, quizás, fatal.
Doménico, hombre sádico y niño desvalido fuertemente influenciado por los conflictos de su entorno, emprenderá una lucha encarnizada contra aquellos que creen que gozan de un poder omnímodo que les permite burlar las leyes y dar justicia a su capricho.
Manuel Peiteado aborda asuntos tan delicados como la pederastia, la homofobia o mismamente el sado, que no dejará indiferente al lector. Novela trepidante que seduce y enamora por su ritmo, escrita sin artificios y en la que la intriga va in crescendo a lo largo de sus páginas.