Este libro es una obra de fcción. Los nombres de los personajes, lugares e incidentes son productos de la imaginación del autor o se utilizan de manera ficticia. Cualquier semejanza con acontecimientos lugares o personajes reales, vivos o muertos, es pura coincidencia.
Es la historia de Tajý, un joven indio guaraní que en su primer encuentro con los usurpadores foráneos es testigo de aquel trágico día que le cambiaría su vida por siempre, cuando presenció el fatídico momento en que su tribu fue despojada y desalojada de sus tierras ancestrales, en manos de los intrusos que vienen en busca de la selva. Él es unos de los pocos sobrevivientes que corre y se refugia selva adentro. Y así da inicio a su nueva vida, solo en la selva con sus instintos de sobrevivencia. Con el tiempo, el joven indio se carga de valor y sale en busca de su preciada familia. Solo encuentra la selva muerta y un mundo que no reconoce. Sus ganas por volver a ver a su familia lo alejan de su selva y lo hacen terminar en una reserva india, donde tiene que habituarse a las reglas del nuevo mundo. El padre Mateo, cura de la reserva, que lo guía y del que aprende las nuevas reglas que le imponen, emprende un viaje en busca de provisiones y medicinas en el que descubre la gran ciudad de los foráneos. Al regresar a la selva, en un inhóspito hospital donde el cura les acercaba la preciada medicina a los doctores voluntarios, que son la única ayuda que reciben los indígenas, Tajý conoce a una joven india llamada Anahí, que le devuelve la sonrisa que había perdido por mucho tiempo. Con ella regresa a la selva donde se encuentra con su gente y sus costumbres. Motivo suficiente para luchar por su gente y la madre selva. Pareciera ser una historia de tiempos pasados, pero es la cruda realidad de nuestros tiempos.