En un automóvil, conducido por una viuda reciente y con poco sentido de la orientación, coinciden un joven escapado de su casa, una chica que ha huido de un prostíbulo y un currante que se ha quedado en el paro y ha salido a “pasear”.
Entre un anonimato espontáneo y unas ganas locas de huir de su pasado, se embarcan en la aventura de llevar las cenizas del marido de la conductora a Benidorm, pero la pericia de la misma les obliga a desviarse por mil y un camino por la zona meridional de la geografía hispana, donde van descubriendo una colección de paisajes y poblaciones, amén de degustar todos los platos típicos de la zona, todo ello de mano de la despistada “chofera” y de un pedante incorregible, amante de la música, la poesía y de la buena mesa.
Lo que comienza como un paseo anodino, se va convirtiendo en una aventura vertiginosa, salpicada por las intervenciones nocturnas de un cocinero que va apareciendo de la nada, como un “alter ego” del pedante y una colección de fantasmas que le van recordando que atrás no deja solo su trabajo, sino también a una mujer, cuya presencia arrastrará durante todo su periplo.
Al final, sin nombres, pero con una historia a sus espaldas, cada uno encontrará su destino o su plataforma para conseguirlo. No importa la meta, la vida es el camino.
Guillermo M. Schrem