El ignoto placer de lo desconocido está formado por una serie de poemas que intentan enseñar ese camino tan olvidado, ese que nos conduce a nosotros mismos. Es una puerta hacia un lugar que poco a poco hemos ido apartando de nosotros, ya que entre la iglesia y la ciencia han logrado evaporar nuestra espiritualidad. Estos poemas intentan enseñar el abrupto y enigmático camino, que solo podrá ser recorrido si se unen la razón y la creencia, como se unen la noche y el día, como se une la vida y la muerte. Si el lector logra embeberse de esa unión, podrá caminar por el camino que él mismo se trazará. Por ello, el verdadero significado de los poemas de El ignoto placer de lo desconocido recaerá en cada uno, en aquel que se atreva a leerlos, de él será la responsabilidad de alcanzar la meta que se propone, encontrar al olvidado «uno mismo» y conocer el ignoto placer de lo desconocido.