Los negros ríos de tinta vertidos en todo lo escrito sobre la organización terrorista ETA palidecen ante la ingente cantidad de sangre derramada en el casi millar de asesinatos perpetrados “en nombre de la causa vasca”.
El malestar vasco pretende acercarse a esa “causa”, señalándola, describiéndola y mostrando la “lógica” que la sostiene, para que el lector pueda “entender” los motivos de esa fatal sinrazón, analizando la mitología en que se apoya, así como el papel de los actores familiares y los resortes psíquicos individuales que operan a la hora optar por el ejercicio de la violencia.
El enfoque -anticipado por el título en sinonimia con la obra freudiana El malestar en la cultura- posee un claro trasfondo psicoanalítico, teniendo muy en cuenta aportaciones de carácter socio-antropológico, planteando la existencia de una base psicológica común a ciertos sectores de la sociedad vasca, cuya estructura se ha visto afectada por los cambios sociales experimentados a partir del desarrollo industrial y tecnológico, habiendo implicado, en ocasiones, el desplazamiento o desaparición de elementos tenidos por consustanciales, cuya pérdida les resulta inaceptable, traduciéndose en sentimientos de malestar individual y social, sustentadores de comportamientos violentos.