La publicación simultánea de la teoría de la Selección Natural el 1 de julio de 1858, por Charles Darwin y Alfred Russel Wallace, dos autores independientes y distanciados entre sí por miles de millas náuticas, constituye uno de los descubrimientos dobles o serendipias repetidas más sorprendentes de la historia de las ciencias.
A partir de aquel acontecimiento, Darwin resultó ser universalmente reconocido como el autor de una de las teorías científicas más transformadoras del pensamiento humano, mientras que Wallace permaneció ignorado en la sombra de la historia.
Pocos días antes de aquella publicación conjunta, Wallace había enviado a Darwin su Manuscrito de Ternate desde las lejanas islas malayas, para ser publicado en solitario. ¿Por qué razón se dio a conocer junto a los papeles de Darwin precipitadamente? La mayoría de los biógrafos de Darwin e historiadores de la ciencia han atribuido esa casualidad a «un pacto entre caballeros». Pero la cuestión no está tan clara, los cronistas explican que en aquella trama intervinieron dos poderosos hombres de la ciencia victoriana, Lyell y Hooker, para salvaguardar la prioridad de su amigo y colega, Darwin. ¿Qué ocurrió en realidad?
Esta investigación desvela las responsabilidades de cada uno de los participantes, deduciendo las actuaciones a partir de sus antecedentes biográficos, poniendo encima de la mesa del lector, como pruebas irrefutables, las numerosas cartas que los distintos protagonistas intercambiaron en el transcurso de la operación y que han llegado a nuestros días. ¿Es posible que la teoría de cómo se produce la transmutación de las especies, piedra angular del darwinismo, fuera anterior al propio Darwin?