Esta es una de esas historias donde se entremezcla el misterio con la realidad; lo onírico y fantástico con lo cotidiano. Donde pugna por emerger de la psique de la autora lo imposible y lo trascendente para que se transforme en algo potencial y vivirlo, desarrollarlo, trayéndolo a lo cercano. Es un libro donde la realidad y la ficción se entremezclan, un relato de una belleza extraña, esa que subyace bajo el manto de la perplejidad, en la que te sumerges de una forma especial y muy real, aún sabiendo que se trata de algo fantástico… ¿O no? Todo empieza cuando María, una antropóloga y arqueóloga madrileña, el día de su 60 cumpleaños, recibe un extraño objeto: una caja de taracea con un contenido desde cualquier punto de vista indescifrable. Ello le lleva a consultar con eruditos especializados en lenguas extrañas, sin que encuentre una respuesta verosímil. Esta caja con un unicornio en la tapa es sin duda la causante de las aventuras en las que ella y sus dos nietos adolescentes van a enfrentarse en este libro. María, Daniel y Carla, protagonistas de esta historia, no dudan ni un segundo en hacer las maletas, y, empujados por la emoción, emprenden la que posiblemente sea la mayor experiencia de sus vidas, en la que correrán aventuras muy emocionantes e incluso momentos extraños en los que conocerán lugares preciosos. La vida les va poniendo por delante a personas clave, consejeras muy especiales, hasta hallar el significado del enigmático regalo. Es una historia con apariencia de fantasía, pero que esconde incógnitas y situaciones que no dejaran indiferente a nadie.