Cuando comencé a escribir el MONO POETA pretendía dejar un sencillo testimonio a los médicos más jóvenes, a mi familia y a mis amigos, de algunas de las dificultades que tuve que superar, durante décadas, para poder compatibilizar el ejercicio de la medicina clínica con mi vocación como investigador.
Pese a las facilidades actuales que proporcionan: la historia clínica electrónica, las búsquedas bibliográficas mediante internet o los modernos paquetes informáticos para el análisis estadístico; los/as médicos/as y enfermeros/as que deseen realizar investigación clínica van a tropezar, en la actualidad, con unas barreras absurdas.
A través de su autobiografía, el autor – médico e investigador del cáncer de mama – reflexiona sobre estos problemas y sugiere algunas soluciones para incentivar y mejorar las investigaciones científicas en el ámbito de la salud.