Érase una vez la Theoffiliapolis. Sus ejércitos consiguieron hacer imperio. La
sangre de esas batallas dio a luz a un hombre con alma de general: Appolodro
Tercero Theoffelia. Por sus dones intrínsecos, el Soberano le tiene reservado un cometido
privilegiado. Deberá ingresar al laberinto en busca de una palabra mágica.
Los hombres que la pronuncien serán laureados con facultades equivalentes
a las de Dios.
En el laberinto se desarrolla la búsqueda incansable de un héroe apasionado. El
acoso impasible de la soledad, el desafío forzoso de sus miedos, la angustia de la
propia existencia, el peligro inclemente acechando sus pasos frágiles: son los huéspedes
inesperados con los que Appolodro se deberá enfrentar si quiere sobrevivir
a su incursión en este mundo de dimensiones eternas, regentado por el omnisciente
Asterión.