Es un libro muy enriquecedor, porque todos tenemos dramas y la autora, Yolanda López, aporta una forma de afrontar los más duros con fuerza, esperanza y sin perder la sonrisa.
Todos los que tenemos el placer de conocerla somos contagiados por esa luz que desprende y que ayuda a seguir en la lucha.
Cuando la aventura, las ganas de vivir y aprender vencen al miedo.
Es un relato con el que particularmente me he emocionado, reco-mendable para recuperar esas fuerzas que a veces creemos perdidas.