Miedo, sorpresa, asco, felicidad, ira, alegría o tristeza son algunas de las emociones que forman parte de nosotros, queramos o no. Las emociones no son rígidas o estáticas, como suele pensarse, sino todo lo contrario. Dependiendo de la persona, una misma emoción puede sentirse o transmitirse de diferentes maneras. Cualquiera de ellas, en diferentes momentos del día, podemos sentirla más o menos intensa, pues bien, lo mismo ocurre si las plasmamos en un papel. La lectura de una emoción escrita, independientemente del género en el que se haya escrito, puede llegarte al alma si la lees en el momento correcto. El origen de las lágrimas nace de la raíz de cualquiera de las emociones que van dentro de nosotros, transmitiendo desde la más pura de las verdades. Unas lágrimas silenciosas que ahora piden ser escuchadas.