La obesidad es multifactorial, no solo se debe a unos malos hábitos alimentarios, a un estilo de vida como el sedentarismo, la genética o a otras muchas causas. Una mala canalización de las emociones también sería uno de los principales desencadenantes de la enfermedad. La alimentación emocional con ingestas causadas más por estados de ánimo que por necesidades fisiológicas llevando a cabo una forma de compensar los sentimientos independientemente de la verdadera sensación de hambre. La baja autoestima, la tristeza, la ansiedad, el estrés, el aburrimiento, la soledad pueden estar asociados a ese descontrol pudiéndonos llevar a trastornos clínicos, como son el trastorno de atracones o el síndrome de ingesta nocturno. El contenido de este libro va dirigido a toda aquella persona que presente este componente emocional desencadenándole un descontrol sobre la conducta alimentaria muy presente en el sobrepeso y la obesidad. También a todos los profesionales de la salud (médicos, psicólogos, enfermeras y/o estudiantes universitarios) interesados en entender el papel de las emociones sobre la ingesta. Nos enseñará a educar a nuestro cerebro a tener hambre solo en aquellos momentos del día que verdaderamente toca comer sin compensarnos o castigarnos con la comida superando los umbrales de la conducta desviada por las emociones. Para curar el hambre emocional, vamos a viajar por el sendero del descontrol alimentario hasta llegar a la ingesta saludable y a la buena resolución de los problemas sin cometer transgresiones, atracones o conductas desadaptadas con la comida.