Hace algún tiempo, durante unas vacaciones en una playa remota, encontré algo entre unos arbustos.
Se trataba de un montón de escritos desordenados y muy deteriorados que debían llevar en el olvido demasiados años. Tan sorprendida quedé al descubrir de lo que se trataba, que olvidé todo lo que me rodeaba y me sentí en la necesidad de sacar a la luz aquel tesoro, tal y como hubiera querido el escritor. Resultó ser un diario con un mensaje que me hizo replantear-me todo cuanto creía saber y que caló tanto en mi interior que nunca me voy a dormir sin mirar antes las estrellas. Ojalá que cuando leáis este diario sintáis que habéis viajado tan lejos como lo hizo él.