Para poder entender la situación en la que se encuentra nuestro personaje, es conveniente primero tener en cuenta estos datos:
Actualmente, existen aproximadamente 7 800 millones de personas en el planeta, dependiendo de cuando usted haya comprado el libro. Pues bien, si cada persona le hiciera a usted una petición y usted le dedicara tan solo un minuto por persona, necesitaría unos 5 416 666 días para poder contestar a todos, es decir, unos 14 840 años, y esto sin darle un minuto de descanso. Ahora, pensemos en el último año, en cuántas veces le hemos dicho o pedido algo a Dios. Creo que las cuentas están claras: debería vivir 15 000 años para poder hacerle a Dios una pregunta y que él le contestara. A no ser que fuera el primer afortunado de la lista. En conclusión, es mejor intentar solucionar su problema de otra manera.
Pues bien, sepa que Dios ahora mismo no se encuentra en el Cielo atendiendo nuestras peticiones, está entre nosotros, acudiendo a terapia con un buen psicólogo.
Esperemos que se recupere pronto.
Una vez aclarado esto, ya puede empezar a leer este libro.