Canteras de granito explotadas a cielo abierto eran el medio más común de vida de aquel pueblo situado en las estribaciones de la sierra norte de Sevilla. Los canteros eran hombres duros y sacrificados, cuya jornada de trabajo transcurría sin descanso de sol a sol, para poder moldear aquellos bloques de roca que se resistían tenazmente a su profanación.
El tío Eligio, descendiente del patriarca y fundador de la empresa Canteras Fernández, se convierte en amante y estudioso de las hormigas. Personaje taciturno y enigmático, poseía un secreto dispuesto a desvelar después de su muerte solo a su querido sobrino Javier.
El autor describe con extraordinaria maestría y sencillez las costumbres de una sociedad rural de la posguerra, donde una familia de clase media, envuelta en sus quehaceres cotidianos, da lugar a unos personajes que nos van revelando sus traumas y sus historias.