Cuatro historias diversas se recopilan en El rótulo fijado en la pared.
Cuatro relatos que cuentan las vivencias de distintos personajes.
Como la de dos viejos amigos que se conocen desde que eran niños y deciden dar un grato paseo durante un fin de semana por las calles londinenses, en la que un chaparrón inesperado puede arruinarlo todo.
O la de un equipo de operaciones especiales que tiene la misión de rescatar a dos compatriotas secuestradas en África que, en el transcurso de la liberación, se va complicando.
Incluso la de un detective privado que tiene encomendada la tarea de averiguar si se está produciendo una infidelidad en un matrimonio un tanto especial, cuya situación, cuando se obtienen los datos correctos, termina cobrando sentido.
Y también la de un paciente psiquiátrico que se encuentra viviendo un auténtico horror en el centro en el que está ingresado y, con la ayuda de su psiquiatra, intenta sacar los demonios que tiene en su interior.
Un mismo cartel puede tener significados diferentes para cada uno de los protagonistas. Pero solo ellos conocen la verdadera relevancia que tiene ese rótulo para sí mismos.