Pedro Pérez se encuentra visitando su pueblo natal, Valdelajara, una pequeña localidad cacereña perdida en la Sierra de Gata. Una tarde, paseando en compañía de su prima Patricia por el huerto anexo a La Casa Grande, la pareja, en su deambular, llega a un rincón del naranjal que en el pueblo es conocido por la Fuente de los Caballeros. Una vez allí, inesperadamente, Pedro sufre un desva
necimiento con pérdida de conciencia durante unos minutos. Con la inmediata ayuda de Patricia y la aportada por Caya, la sirvienta, ambas mujeres consiguen que Pedro se recupere “in situ”. Al ser preguntado el afectado sobre cómo se encuentra, en sus respuestas manifesta síntomas de amnesia inmediata, ignorancia del lugar en que se halla y la creencia de estar en Roma visitando la ciudad.
Ante el inesperado incidente Patricia aconseja a su primo que sea tratado por un médico. Éste regresa a Madrid y acude a la consulta del doctor don Bernabé Cabrera, un médico psiquiatra por él conocido.
“En esta novela el autor nos lleva a conocer los secretos que guardan las relaciones que el protagonista mantuvo con las mujeres que a lo largo de su vida conoció y amó; y, también, sutilmente irá descubriendo los deseos, sueños e ilusiones de los personajes, revelando aspectos de la personalidad de los mismos y actitudes internas que determinan sus comportamientos”.
“Los encuentros terapéuticos del protagonista con su psicoterapeuta acaban con frecuencia en enfrentamientos de Pedro con su pasado y el descubrimiento personal. Situaciones éstas en las que el paciente crece y se libera de su reservorio de conflictos”.