«Gracias por invitarnos a disfrutar de tan maravillosa historia; en realidad has conseguido trasladarnos a ese viejo estadio, a ese momento glorioso, a ese entrañable homenaje. Es el amor, querido amigo, solo el amor puede alcanzar tan sublimes expresiones, gracias por reconfortar el alma, historias que nos permiten creer en los valores, en los sentimientos, en el ser humano. Un abrazo, apreciado Rolando». Luis Lozano Regal
«Gracias, Rolando; como siempre, tú con la pluma afilada y escribiendo desde el lado del corazón. Un abrazo, querido amigo». Ernesto Gozzer.
«Quedé con un nudo en la garganta y los ojos húmedos… Tienes un gran corazón, Rolando». Lida Cabrera.
«Excelente crónica testimonial, mi apreciado Rolando. Es una narración con valor formativo, pedagógico, social, afectivo y estimulador para la formación de la personalidad y el cultivo de valores en las personas de todas las edades». Efraín Vega.
«Aprendí a quererte y a respetarte desde que nos vimos y la intensidad de nuestros sentimientos superó la cronología de los años. Fresco en mi memoria el recuerdo de tu llegada a nuestro querido Raimondi y nunca nos separamos; aun hoy con la distancia estás presente en mi cotidiano quehacer». Ricardo Martino.
«Admirando siempre ese don que tienes de escribir increíblemente. Gracias por todo, amigazo y paisano». Fernando Arias
«Gracias por tanto, Rolando, eres una gran persona, un ser humano que rebosa generosidad, me siento orgulloso de contarme entre tus amigos». Fernando Cueto Echevarría