Asunto: Demostración del postulado de Einstein que consideraba la existencia de dos cosas infinitas de la naturaleza, siendo una de ellas el tamaño del universo y la otra la imbecilidad del hombre, aseverando que del universo podía dudar, pero no de la imbecilidad del hombre. Este reto parece que pasó desapercibido para todo el mundo porque nadie se dio por aludido, ya sea por ignorancia, al haber sido engañados durante miles de años, especialmente por las religiones occidentales, haciéndonos creer que el hombre, al haber sido creado por un dios, era el único ser inteligente, por lo cual no había razón para perder el tiempo, al ser fácil de ser desmentido a simple vista, acentuando así su imbecilidad. A medida que a alguien se le ocurrió reflexionar sobre el asunto, y luego al profundizar, llegó a ciertos descubrimientos, encontrando una serie de incongruencias, y fue necesario convertir este postulado en tesis, que es el presente libro. Para ello fue necesario analizar al hombre desde que se convirtió en homo.
A partir de ello, al avanzar su evolución y ante el detrimento de su situación, los más vivos, aprovechándose de las ventajas que daban las mentiras, los llevaron a refugiarse en la religión, que, al pasar el tiempo, se volvieron más poderosas, llegando así a la Edad Media, donde comenzaron a tener el poder político y económico, como hoy las vemos, convertidas en grandes corporaciones. Con la invención del dinero y la aparición del sistema capitalista, notoriamente a partir del siglo XVIII, aparecen grandes fortunas producto de las guerras, cada vez concentradas en menos manos y que en algún momento la sociedad tendrá que reventar, ante el aumento de la población y su miseria.