Da igual quien seas, como sientas o de que color sea tu piel. Da igual si eres blanco, negro, alto, bajo, feo, guapo, gordo, flaco… Da igual. Da igual a quien ames. Da igual si amas a las mujeres, a los hombres o a los dos a la vez. Da igual como vivas tu sexualidad. Da igual con quien te acuestas y con quien te levantas. Eres un ser humano y eso es algo extraordinario. Tienes el don de traducir palabras en sentimientos y sentimientos en palabras. Por eso, solo te pido que abras tu corazón y que bucees por estas páginas hasta llegar a mis cicatrices, a mis miedos, a mi rabia… Hasta llegar a ti. El suicida que se hizo poeta eres tú, soy yo, somos todos, porque somos humanos intentando buscarle un sentido al azar y eso es un suicidio. No dejes morir mi voz. Entra.