El tambor alado de Hécate constituye el intento de amalgamamiento psicológico y emocional entre la doble cultura de la autora (de madre inglesa y padre mallorquín) y tres lenguas (el inglés, el castellano y el catalán), con las que la autora se ha criado. Esta obra está dividida cronológicamente en cinco poemarios, cada uno de ellos de una temática particular. El cielo tiene agujetas representa la inocencia y el idealismo (a veces truncado) de un entorno familiar y natural, en forma de fábulas y parábolas. El sueño de Troya, enmarcado dentro del estilo literario del simbolismo, refleja la desilusión, la mentira, el rechazo y las envidias que nos rodean, desde la perspectiva de una persona considerada siempre como «diferente» por su doble cultura y su personalidad peculiar. El brazo de tu robustez se inmiscuye en la intimidad del amor y del desamor. A fe mía trae la esperanza y la reflexión interna en el contexto del descubrimiento de la fe. En el último poemario, El tambor alado de Hécate, que da título a esta obra, la racionalidad y la autoconciencia son las características humanas que convierten nuestras vidas en algo más que una pretensión fundada en la vida espiritual. Son el mensaje esperanzador de una investigación intensa hacia lo más profundo del alma, a través de la necesidad imperante de la ética y de la justicia natural.