Valencia vivió en 1915 unos días de regocijo y asombro ante un desconcertante fenómeno acústico que tenía atemorizados a los vecinos del inmueble número 7 de la plaza del Esparto. El asunto cobró tales dimensiones que fue necesario emprender una investigación policial. Aún hoy subsisten dudas sobre qué ocurrió realmente en aquella casa.
El 15 de noviembre del año 1934, miembros del Cuerpo de Policía de la localidad de Zaragoza irrumpían en el inmueble de la familia Palazón. Una denuncia había sido la puesta en escena de uno de los casos más celebres de la casuística poltergeist en nuestro país. Varios periódicos, como el Heraldo de Aragón o el prestigioso diario británico The Times, difundieron la insólita noticia. Estos aludían a una misteriosa voz que surgía espontáneamente de las entrañas de un viejo fogón, burlándose en ocasiones de los guardias de asalto que practicaban diligencias en la cocina del número 2 de la calle Gascón de Gotor.
No lejos de la legendaria provincia de Jaén se encuentra Bélmez de la Moraleda, un pequeño pueblo que pasaría desapercibido de no ser porque, en la década de los años 70, unos enigmáticos rostros de origen paranormal empezaron a brotar asiduamente sobre el suelo de cemento de una humilde casa de labradores.
En la década de los años 80 una pequeña imagen de escayola del santísimo Cristo de Limpias comenzó a llorar sangre de forma inexplicable en un inmueble particular de la localidad alicantina de Dénia. La sorprendente noticia adquirió de la noche a la mañana una notable repercusión mediática, cautivando la atención de las autoridades eclesiásticas que, con recelo, tomaron cartas en el espinado asunto.
Esta es solo una pequeña muestra de los casos que el lector hallará en el interior de estas páginas. Una obra que, sin ninguna duda, no dejará indiferente a ningún amante del misterio.