La historia de Blas es una historia real. Es un repaso por la vida de un hombre que por la difícil circunstancia de ser homosexual durante la dictadura franquista, se vio obligado a vivir a ocultas, a amar clandestinamente. Trabajador infatigable, educado, una gran inteligencia ponía la guinda al pastel de sus muchas virtudes. Pero nunca encontró a la persona con quien compartir el difícil y a veces largo camino de la vida. Siempre esperó, pero nunca llegó su compañero de viaje.
Acercarse a su biografía, es acercarse a la historia de muchos de los homosexuales que podríamos conocer. Gente buena, de grandes ideales y sanos sentimientos. Personas de bien que muchas veces se enfrentan con el vacío existencial que les causa las exigencias que la sociedad le pide.
Como Blas, esta misma noche muchos hombres maduros dormirán abrazados a su almohada, como buscando los amantes brazos de una persona que les dijese lo especiales que son, lo mucho que los quieren. Hombres que un día fueron la envidia de unos, los suspiros de otros. Hoy no son sino estampa de vejez, carne de melancolía y algunos de ellos, clientes imperceptibles de locales de ambiente, donde el alcohol les hará creerse por unos instantes el joven que nunca más volverán a ser.