UN LIBRO PARA HOJEAR Y, SI TE APETECE, LEER SIN PRISA
Sin prisa y en cualquier sitio. Abriéndolo por cualquier hoja puedes encontrar 200 palabras que te hagan sonreír, cabrearte o pensar, o simplemente entretenerte. El amigo autor, amigo de las tertulias entre amigos, encuentra y comparte motivos para que el lector pueda montarse una tertulia consigo mismo. Son temas de una tertulia silenciosa, escrita, para que la continúes con tus opiniones si te apetece. Dos minutos para leer el parrafito y otros dos para criticarlo, disentir, y hasta a veces coincidir.
Tanto como las cosas que se dicen, el lector puede fijarse en la forma en que se cuentan. Los hechos son los hechos, pero la interpretación nunca está hecha del todo. Hay una parte literaria que debería hacer que estas «píldoras» se tragasen suavemente, sin sobresalto. En ocasiones, se abordan asuntos en los que la prudencia obligaría a callar por no conocerlos bien, pero de la improvisación surge la naturalidad, y desde luego anima al debate y a la deliberación…, en resumen es estímulo a lo que se entiende como «valores de las tertulias». Ortega diría que: «Son un no saber algo que hace falta saber».
Se acude a frases o pensamientos que rozan el sentimiento erudito, pero la erudición, como indica el autor desde que Internet existe, tiene mucho menos valor. Estas reflexiones y comentarios tienen el encanto de lo que carece de propósito. No hay ningún objetivo concreto en lo escrito. Sí que se nota el interés por el mundo rural y la alabanza de su gente, al mismo tiempo que el respeto cargado de desconfianza hacia el mundo de la política.
Dice el autor que es un vaciado de su alma con toda sinceridad. Es como un catálogo de ideas y hechos en porciones, siendo sin ser sus memorias. Conviven las opiniones subjetivas y panorámicas con las trayectorias personales y autobiográficas. El lector puede encontrarlo ameno, incluso profundo porque a veces gusta más lo que se sabe. Creo que el lector se lo pasará bien, en cualquier lugar y en cualquier momento al hojear y, en su caso, leer sin prisa este libro escrito en un ejercicio de independencia mental y como una descongestión sentimental.
Los más de 500 contenidos tratados son «a propósito de cualquier cosa», variedad en la que siempre encontrará el lector algo que pueda interesarle.
Abel Múgica Lacubilla