Es normal que no siempre tengas ganas de sonreir. Que te hagas preguntas. Que a veces te sientas, incluso, un bicho raro. Que nos preguntemos: ¿es esta la vida que quiero? ¿Quién soy? ¿Elegir vivir o ser de una manera hace que tenga que renunciar a otras cosas?
A veces, para encontrarse, hay que perderse. Para tocar el Cielo, hay que atravesar un infierno. Para encontrar equilibrio, vivir desesquilibrios. Equilibrio es un cuento escrito a modo de abrazo para reconfortarnos y recordarnos que a veces no estar bien también está bien.
En un tiempo donde todo parece ir acelerado, superfluo y etiquetado, sentí la necesidad, no sé si a grito de guerra, de crear un espacio al desnudo y sin etiquetas donde permitirnos ser nosotros mismos con libertad, respeto y amor. Esto en sí mismo hoy puede ser considerado un acto de rebeldía.
Si es así, seamos valientemente rebeldes.
Musa