Esta colección bastante heterogénea de relatos pretende perfilar cualquier micromundo menos una crónica de la convulsa implosión de un país aún y de milagro llamado Venezuela, aunque sobre la voz de quien los escribió —a la vez inmersa y distante— asomen los ecos y a veces el rugido de un tsunami sociopolítico excepcional: utopías de «borrón y cuenta nueva» que acabaron por engendrar el enésimo maltrato sobre el lomo de un ya históricamente muy maltratado país. Tiempos de revolución y bota militar en el Caribe.
Si algo tienen en común estos episodios de escritura tan subjetivos y en apariencia divergentes es solo —y bastante será— la mirada siempre algo enajenada, entre el amor y el rechazo, de quien los fue creando, así como el periodo de tiempo en que brotaron. Flores seductoras, pero también espinas en el devorador vergel de Venezuela.