Caminamos, nos demos cuenta o no de ello, hacia un glorioso destino: la Luz. Las etapas que atraviesan nuestras almas para alcanzar su meta son siempre perfectas, en el sentido de que no existe ninguna experiencia que no nos dirija, directa o indirectamente, hacia ese lugar. Sabiendo esto, podemos dejar de juzgar las circunstancias que nos envuelven y sentir una plena aceptación por la vida y lo que de ella recibimos, despertándose en nuestras conciencias un profundo sentimiento de gratitud por todo lo que nos acontece. Es entonces, al desaparecer cualquier resistencia, cuando se abren las puertas de tu Cielo interior, el cual transformará tu existencia en un río que fluye.
Cuando abras este libro estarás retomando el camino hacia la vida que te pertenece; aquella que viniste a vivir y que, por diferentes razones, quedó guardada en un cajón esperando a que llegase su momento. Una vida con propósito, en la que tú eliges, de manera consciente, acompañado por el susurro de tu Ser, la ruta que deseas recorrer para cumplir tu misión.
Los instantes sagrados son siempre perfectos; cada experiencia llega cuando es su momento.
Si la vida te ha traído hasta aquí y ahora, es porque tu tesoro se encuentra en este lugar y en este tiempo.
Estés donde estés, allí se encuentra tu tesoro.
No lo busques fuera, sino dentro…