José Cánovas, a bordo de sus amados trenes, emprende dos magníficos viajes en ferrocarril con destino a dos históricas ciudades de diferente condición: Estambul, la ciudad de los minaretes, y Marrakech, la ciudad roja. En la primera parte del libro, Mares del Mediterráneo, José, junto a su amigo Isidoro, realiza un Interrail por el sur de Francia, Italia y Grecia con el objetivo de alcanzar Estambul, en Turquía. Por el camino, los dos viajeros surcarán las aguas del mar Jónico hasta la isla griega de Corfú, la mayor del archipiélago de las Heptaniasas; bordearán el mar Egeo en el vetusto “chatarra exprés” y en compañía de otros mochileros vivirán desconcertantes aventuras a orillas del Bósforo. En la segunda parte, Marruecos en tren, el protagonista, en compañía de su hermana Raquel y de su colega Isidoro, recorrerá Marruecos para descubrir Marrakech, la perla del sur. En el país alauita visitará Tánger, Casablanca y ciudades imperiales como Rabat, Fez, Mequínez y Marrakech. Esta última será punto de partida para adentrarse en la cordillera del Alto Atlas, donde conocerá pueblos de origen bereber en un bello entorno de naturaleza agreste.