Una guerra no solo destruye familias, ideales y cualquier cosa que se ponga por delante. Esto lo saben bien los que vivieron la Guerra Civil española, pero aquella contienda, que enfrentó a dos bandos de un mismo pueblo, fue si cabe más dura, sobre todo para el pueblo llano, ese que trabaja duro para poder vivir dignamente, ese que no comulga con ideales y sabe positivamente que ningún ideal da de comer. Pelear entre hermanos por un ideal no tiene sentido. Fue esto lo que llevó a España a la época más oscura de su historia.