En esta obra, Final entre fantasmas, con la excusa de un serial con acento deportivo, Germán Pose despliega a su aire, entre jugosas referencias históricas, reflexiones de tipos sabios, pensamientos diversos y dispersos, divagaciones, delirios, crónicas, alguna confesión… Contiene aire de vodevil, con sus muchas puertas que se abren y cierran y por donde salta un conejo con capa cuando menos se espera. El relato, salpicado de ironía fina y rumbosa, navega por los espacios infinitos que habitan en el recuerdo de un gol; la rabia maldita de Kasparov, noqueado por el jaque mortal de una máquina; en Murakami, envuelto en sus tinieblas espirituales de corredor de fondo, o en la elegancia sublime del antihéroe que hace de tripas corazón. Hasta Jesucristo, en su Vía Crucis fatal, tiene vela en esta trama.
Un curioso duelo literario con la vida y la muerte, la pasión, el dolor, el placer, el cielo y el inferno, la sangre, el sexo, los héroes y las tumbas. Elementos de la vida, que es el teatro de los sueños; por cierto, glorioso título por el que también es conocido Old Trafford, el estadio del Manchester United, gracias a sir Bobby Charlton. Por algo será.
El inferno es la mirada del otro, soltó Sartre, y su trincherazo verbal penetra libre y callado en el instante fugaz, y tan eterno, en que se cruzan las miradas de acero de los dos boxeadores rivales antes del inicio del combate. «Hay pasajes que emociona recordar; de la final de la Copa de Europa al Farolillo Rojo. La propia historia de mi vida». (Borja Casani)