Melanie Klein amplió el conocimiento de la mente humana hasta los territorios que la obra de S. Freud, a pesar de su amplitud y riqueza no pudo llegar. Alentada por uno de sus analistas, Karl Abraham, inició la exploración y estudio de la mente infantil desde los primeros años de su desarrollo, modificando por ejemplo la edad de aparición del complejo de Edipo e introduciendo la técnica del juego, hoy universalmente aceptada como forma de entrar en el mundo infantil, sustituyendo a la asociación libre usada en el análisis de adultos. Con su trabajo Contribución a la psicogénesis de los estados maníaco- depresivos (1935) inaugura de alguna forma la génesis de la Escuela Kleiniana. Como en toda disciplina científica, una vez que su corpus teórico ha llegado a su madurez, la técnica se sigue de dicha teoría, de tal suerte que modificaciones teóricas imponen modificaciones técnicas. Como en cualquier otra disciplina, en la resolución de cualquier problema (caso), todos los datos del problema (caso) tienen que entrar en la resolución del problema (caso) verificando asimismo el principio de causalidad; desapareciendo la causa, sus efectos desaparecen.