Con Desaforismos (2021), Félix Ortiz se propuso cartografiar las posibilidades de la escritura a partir de las noticias que los geógrafos del aforismo y la greguería habían documentado. Hoy, una vez establecidos los límites del desaforismo clásico, su autor ha decidido explorar aquello que al cerrar ese primer libro apenas se adivinaba a lo lejos.
Este es el sentido de Flexiones: entregar un mapa detallado de los juegos de palabras, de las relaciones fortuitas, de las similitudes desapercibidas y de la cascada de alternativas que el azar ofrece a quien se atreve a ir más allá. Fronterizas entre dos grandes países —lo Profano y lo Sagrado— y con algún territorio en litigio, estas páginas invitan a que cada cual siga su ruta y se asombre con los excesos de la creación —pero también con la turbia gravedad de la misma— y disfrute de la agudeza verbal que la ilumina.
En ese plano recién trazado, Hombres, Ángeles y Demonios, como los hinchados mofletes de los vientos en los mapas de la primera modernidad, tutelan el viaje y soplan dejando a la ventura los senderos por los que atravesar estas sentencias, que se encadenan hasta perderse en una selva infinita.