Biel es un muchacho de diecisiete años, miembro de una antigua saga familiar de la burguesía catalana, aunque de padre extremeño, que ha sido educado en un entorno independentista radical. Es obligado, contra su voluntad, a pasar un mes de vacaciones con sus abuelos paternos en un pueblo de Cáceres. Se enfrenta inicialmente con insuperables barreras lingüísticas y culturales que le provocan un rechazo frontal así como la negativa a integrarse en lo que considera un entorno hostil, pero un inesperado acontecimiento suscita una paulatina metamorfosis que se inicia con un cambio radical en su conducta. Este giro le ocasionará enemistades entre los suyos, a los que acabará enfrentándose para intentar lograr su objetivo.
Pero, por desgracia, termina comprendiendo que hay verjas, muros y fronteras construidos con ladrillos de odio, resentimiento y xenofobia, que no puedan ser derrumbados, ni siquiera por la fuerza del cariño.
Aunque parezca increíble, en la España del siglo XXI se siguen levantando fronteras entre algunas de sus comunidades, tras haber convivido juntos durante siglos, alegando cuestiones identitarias a la vez que pretendidas diferencias genéticas o lingüísticas para justifcar la ruptura. Esta es la historia de dos jóvenes adolescentes que proceden de mundos antagónicos, cuyas vidas fueron unidas por el amor y separadas por el odio. Una versión contemporánea de Romeo y Julieta, en la que nuevos Montescos y Capuletos sacan a relucir sus facas para impedir la unión de sus cachorros. La versión original es bilingüe, con un primer capítulo en catalán y el resto en castellano, aunque entreverado de diálogos en los que Biel, el protagonista, se expresa en la única lengua que domina. Otra novedad reside en que en uno de los capítulos se recurre a la primera persona, con el propósito de destacar las reflexiones del protagonista, mientras que el resto está escrito en tercera persona.